Del videojuego a relato


Hace ya un mes que escribí mi última entrada relatando cómo comenzó a definirse poco a poco lo que ha acabado convirtiéndose en el primer libro que he escrito, donde singulares alienígenas ayudan a la humanidad contra otras amenazas venidas del espacio exterior.

Como ya relaté anteriormente, la historia acabó desviándose hasta el punto de que el juego que originalmente iba a ser protagonizado por humanos, acabó siendo protagonizado por pollos con superpoderes.

Pero el juego nunca llegó. Hubo un par de intentos por mi parte de desarrollarlo, pero no veía claro cómo enfocarlo para que fuese fresco, original y no recordase al juego en el que se inspiraba. A día de hoy todavía lo veo difícil, también por el coste, y porque tengo otras ideas que me gustaría explotar antes; aunque tal vez algún tipo de juego de rol encajaría más con la premisa de la historia y el mundo que rodea a estas criaturas que con Worms.

Dejé aparcada la idea del juego y la historia en uno de mis tantos blocks de notas que tengo rodando por casa. Alguna vez que otra retomé la idea, una de ellas, para un concurso de robots, en el que participé con un diseño de pollo-robot, pero nunca con la intención de hacer nada serio con ella.

Fue aproximadamente en 2007, si no recuerdo mal, cuando abrí un blog para escribir curiosiades, noticias raras y alguna que otra historia corta cuando recuperé la idea del mundo poblado por pollos con superpoderes. A lo largo del tiempo había hecho algunos esbozos de cómo podría ser un mundo con esta criaturas ocultas entre nosotros, a simple vista, y cómo se podría haber desarrollado la historia de la humanidad para llegar a aquel punto.

He de decir, que a pesar de haber escrito bastantes páginas, acabé por dejarla aparcada, ya que no me convencía. Al principio intenté mantener un tono de humor absurdo en la historia, pero poco a poco me di cuenta de que podía explotarla en una dirección más seria, además, metí a demasiados personajes, llegando a un punto en que no sabía como iba a ser capaz de conectar todas las tramas y personajes entre sí, aunque ya existían dos que han aparecido finalmente en la novela: Hirado, que representa un papel bastante parecido al de la historia original, y Kiwimaku, el personaje precursor de Maku, tanto en forma de ser como en característias.

¿Qué pasó con el relato? Como he dicho, lo dejé parado, además, el conocer a los que se convertirían en mis compañeros de grupo de desarrollo de videojuegos acabó haciendo que el tiempo libre que tenía lo emplease en tal labor, y bueno, ahora trabajo en ellos, y tengo algo de tiempo libre para poder escribir y hacer algún que otro juego por mi propia cuenta.

Hace poco busqué la historia original que publiqué en el blog, y he de reconocer, que si en La Mara del Pacto: Revelaciones  se nota que soy novato a la hora de escribir, en aquella primera versión la eperiencia de lectura es mucho más catastrófica que en este primer libro.

Y por ahora lo dejo aquí. En la próxima entrada contaré cómo cambié la historia para ser lo que ha acabado siendo este primer libro.

Un saludo a todos.


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